San Juan de Dios

  Una canción que nos habla de San Juan de Dios:    Nos habló de amor


Su biografía:
San Juan de Dios, una vida de amor y salvación  
Juan Ciudad Duarte nació en Portugal en 1495. De niño lo cuidó un capataz del duque de Oropesa y de joven trabajó para él como pastor. La hija del capataz se enamoró de él, y por este motivo tuvo que huir de aquel lugar. Entonces decidió hacerse soldado para viajar por distintos países, vivir grandes aventuras y conocer a nuevas personas. Una vez en España trabajó en una pequeña tienda de libros en Granada. Un día, mientras escuchaba misa en la catedral de Granada, sintió que Dios le llamaba y comenzó a arrepentirse en voz alta de todos sus pecados.Desde entonces, iba por las calles de Granada pidiendo per-dón a Dios por su vida anterior. La gente pensó que se había vuelto loco... y lo encerraron en un manicomio. Allí vivió con enfermos y abandonados. Al salir del hospital, decidió dedi-car su vida a ayudar a los más enfermos y marginados: pedía limosnas para alimentarlos, buscaba ropa para los pobres.Un día hubo un incendio en el Hospital Real de Granada, y Juan no dudó en arriesgar su vida para salvar a los enfermos del fuego. Milagrosamente, salió ileso del incendio a pesar de que las llamas envolvieron su cuerpo. El obispo de Granada, al enterarse del amor tan grande que sentía por los enfermos y de su entrega a los más pobres, le concedió el nombre de Juan de Dios. Juan fundó una serie de hospitales y la Orden de los Hospi-talarios de San Juan de Dios.Durante una crecida del río Genil, Juan de Dios fue a recoger leña con un joven que lo ayudaba en el hospital. La corriente arrastró al muchacho, y Juan de Dios, arriesgando su propia vida, se lanzó al agua y lo salvó. El enfriamiento que cogió le hizo enfermar gravemente y murió el 8 de marzo de 1550.Por haber dedicado su vida a los demás, fue nombrado santo en 1690, y su fiesta se celebra el 8 de marzo. Actualmente, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios sigue y practica su ejemplo de ayudar a los más enfermos y marginados.